La demencia puede ser definida como un síndrome
caracterizado por deterioro adquirido y persistente de la fun-ción
intelectual, con afectación de al menos tres áreas de la actividad
mental, como trastornos del lenguaje y de la memo-ria; trastornos
emocionales o de la personalidad, y trastornos cognitivos (falta de
capacidad de aprendizaje).
Al presentar algún tipo de demencia se produce un
claro deterioro en el control emocional, de la conducta social y/ o de
la motivación.
Las demencias tienen una prevalencia entre un 5% a un
8% en la población adulta mayor; aumenta en forma progresiva con la edad
y es muy frecuente en los hogares de ancianos. Se presenta en la
enfermedad de Alzheimer, en la enfermedad cerebrovascular, y en otras
condiciones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria.
Es importante examinar a los pacientes buscando este
síndrome (demencias) pues no es un motivo frecuente de consulta, y no
siempre es diagnosticado por los médicos.
El que se diagnostique una demencia, es porque da
claras señales de deficiencia en la memoria, la concentración, el
razonamiento, el lenguaje y el comportamiento. Su inicio y evolución son
progresivos, afectan la autonomía y alteran la convivencia cotidiana de
la persona, por lo cual es
necesario acudir a un especialista en salud mental,
de preferencia a un psicogeriatra, pues es el psicólogo especialista en
adultos mayores, quien recomendará el seguimiento adecuado.
Cuando por alguna enfermedad o discapacidad el adulto
mayor deja de ser independiente y se convierte en dependiente, la
familia juega un papel importante en el apoyo tanto físico como
emocional que le brinda, y del cual dependerá el bienestar y calidad de
vida del adulto mayor en sus últimos años.
La familia que cuida y atiende al adulto mayor
enfermo o discapacitado vive con frecuencia la situación como un
problema, debido a las exigencias que esto implica. Es por esto que se
re-quiere que los cuidados del adulto mayor sean apoyados y compartidos
por todos los miembros de la familia, ya que no hay que olvidar que es
familiar de todos y no de una sola persona.
Problemas para recordar hechos recientes (memoria).
- Dificultad para realizar tareas conocidas
y habituales.
- Confusión, alteraciones de carácter y de
comportamiento.
- Deterioro del razonamiento.
- Dificultad en el lenguaje, en complementar
el pensamiento o seguir una instrucción.
- Sentimiento de depresión.
- Vagabundeo.
- Incontinencia urinaria y/o fecal.
- Cambios de conducta.
El envejecimiento progresivo de la población y los
cambios epidemiológicos recientes han traído como consecuencia el
aumento del número de adultos mayores que sufre demencia.
Se sabe que una gran proporción de adultos mayores
con demencia permanecen en sus casas, por tanto el equipo de atención
primaria de salud, que tiene un rol significativo en el diagnóstico
precoz de la enfermedad y en la derivación a la
atención especializada cuando es necesario, es
responsable también del apoyo y capacitación de la
familia, particularmente del cuidador primario.
- Demencias degenerativas (enfermedad de
Alzheimer, enfermedad de Pick y otros).
- Demencias vasculares (infartos
cerebrales).
- Demencias infecciosas (Jacob -
Kreutzfeldt).
- Demencias traumáticas.
- Demencias tóxicas y metabólicas (alcohol -
drogas).
- Demencias causadas por tumores cerebrales.
* La enfermedad de Alzheimer es la más común de las
demencias.
Algunas de las características que puede presentar,
en forma progresiva, un paciente con enfermedad de Alzheimer son:
- Pérdida de memoria, principalmente la
memoria reciente.
- Dificultad en el lenguaje: problemas para
encontrar la palabra adecuada o perder el hilo de la frase.
- Falta de iniciativa.
- Dificultad en el diario vivir, para
vestirse, bañarse, comer.
- Es incapaz de vivir solo.
- Se vuelve dependiente de otras personas.
- Vagabundeo y otras conductas anormales,
incluso reacciones violentas.
- No reconoce a familiares o amigos.
- Puede llegar a la incontinencia urinaria y
fecal.
- Puede estar confinado a silla de ruedas o
cama.
Tabla 2 - Comportamiento de una persona con demencia.
COMPORTAMIENTO
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SOLUCIÓN CREATIVA
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ROBO:
Las personas dementes no tienen la
capacidad de formular un plan de disimulo para obtener
ventaja personal. Por otra parte es frecuente que la persona
con demencia acuse a alguien de haberle robado una
pertenencia.
|
- Haga que su padre o madre
lleve ropas sin bolsillos cuando vayan de compra juntos.
- Frente a la caja, revise el
bolso de su madre y compórtese como si fuese perfectamente
natural llevar esos artículos en el bolso.·
- Dé a su padre o madre algo
ligero que llevar en la tienda, para que tenga ocupadas sus
manos.
- Si la persona dice tener
perdido un objeto, dele la razón a la persona y ayude a
buscarlo.
|
TRABAJO:
No pocas veces, el padre o la madre aún
tiene empleo cuando se desarrollan los primeros síntomas de
demencia y por lo general es un trabajo que tiene años
realizándolo.
|
- Hable con el jefe de su padre:
¿Podría encontrarle otro empleo más sencillo o incluso de
medio tiempo?·
- Ofrezca devolver al patrón el
ingreso que le paga a su padre. Gastaría usted más si pagara
a un cuidador.
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ADMINISTRACIÓN DEL DINERO:
Para una persona demente el interés en el
dinero y su afán de poseerlo están más profundamente
arraigados que las capacidades reque-ridas para
administrarlo.
|
- Si queda poco dinero por
ahorrar, habrá que impedir que la persona tenga acceso a él.
-
Si puede usted permitirse
perder un poco de dinero para salvaguardar el orgullo de su
padre o madre, conviene llenar su cartera con monedas de
poco valor.
- Dele a su padre una libreta de
cheques de una cuenta cancelada para aliviar la sensación de
inseguridad que causa el no tener dinero.
|
HIGIENE PERSONAL: Las personas
dementes pueden olvidarse del baño, considerarlo innecesario
o haberse olvidado cómo hacerlo.
|
- Si el baño es motivo de
conflictos, puede asearlo de pie con toallas húmedas.
-
Compre varias prendas
idénticas para que no note el cambio.
- En caso extremo, lave por las
noches la ropa para que el paciente no lo note.
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EL DEAMBULAR:
Esto puede ser un problemapreocupante que
le toque manejar.
La persona enferma puede deambular por la
casa o salir a deambular por la colonia, con el riesgo de
perderse.
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- Asegúrese de que lleve
identificación.
- Cerciórese de que la casa sea
segura y que la persona esté en ella y no pueda salir sin su
consentimiento.
-
Cuando la persona que se perdió
regresa, evite demostrar el enojo, hable pausadamente con
ella y con mucho cariño.
- Conviene tener una foto actual
en el caso de que la persona se pierda y necesite pedir
ayuda.
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LA VIOLENCIA Y AGRESIÓN:
Ocasionalmente la persona podrá estar
enojada, agresiva o violenta. Puede ser por varias razones
como la pérdida de control social y discernimiento, pérdida
de la habilidad para expresar sin violencia sus sentimientos
negativos.
|
- Mantenga la calma, trate de no
mostrar miedo o alarma.
- Concédale a la persona más
espacio
- Averigüe que causó esa
reacción y trate de evitarlo en un futuro
- Si la violencia ocurre a
menudo, pida ayuda.
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COMPORTAMIENTO SEXUAL INAPROPIADO:
La persona con demencia puede desnudarse
en público, acariciar sus genitales, o tocar a otra persona
en forma inconveniente.
|
- Trate de no reaccionar
exageradamente, recuerde que es parte de la enfermedad.
- Trate de distraer a la persona
con otra actividad.
- Si la persona se desnuda,
desapruebe amablemente ese comportamiento y trate de
distraerla.
|
CONDUCIR:
El conducir un auto incluye una serie de
factores psicológicos, más que el simple hecho de ser un
medio de transporte.
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- Pruebe la persuasión amable
para que la persona no conduzca.
- Pida al médico que por
cuestión de seguridad prohiba conducir al paciente. Quizá
sienta el peso de autoridad del médico.
- Si no consigue persuadir a la
persona, corte la corriente eléctrica del auto con un
interruptor cuya colocación sólo usted conozca.
|
Cómo hacer frente al mundo exterior.
Hay una tendencia irresistible a interpretar
erróneamente la conducta de una persona demente y
otra tendencia, no menos irresistible: tratar de
enseñarle a esa persona que cierto tipo de conducta es “impropia”.
Tratar de enfrentarse de este modo a los problemas de la conducta social
inapropiada sólo hará que usted y su progenitor agraven sus problemas.
Comprenda que dentro del marco de referencia de su
padre o de su madre es sumamente probable que no esté haciendo nada malo
sino actuando de manera sumamente lógica. Cuando su padre o madre
demente hace algo “erróneo”, rara vez se ganará algo con discutir.
Recuerde: toda realidad es mental. Usted y su padre o
madre habitan diferentes realidades mentales.
Por consiguiente, si un asunto los separa y amenaza
con causar un conflicto, no discuta, en cambio elija entre las
soluciones siguientes:
- Si no causa daños, mantenga la ilusión de
la realidad de su familiar hasta donde se posible.
- Si hay posibilidad de causar daño, evite
usted la situación o arrégleselas para disminuir el riesgo... no se
confronte.
- Si la posibilidad de causar daño es real e
inevitable, evite el tema mediante un enérgico ejercicio de autoridad.
Recomendaciones a familiares de adultos mayores con
demencia:
Algunos de los objetivos generales del cuidado de
estos pacientes son:
1. Estimule a la persona adulta mayor con demencia
brindándole compañía y cariño.
2. Ubíquelo continuamente en la realidad: recuérdele
algunas fechas, sobre todo en la que se encuentra viviendo, muéstrele
fotografías y recuérdele nombres.
3. Estimule su memoria reciente: fiestas de
cumpleaños, acontecimientos significativos que hayan sucedido hace pocos
días.
4. Fomente su memoria e imaginación teniendo
conversaciones sencillas pero atractivas, lectura de cuentos cortos.
5. Estimule la convivencia, comunicación v
participación, incorporando al adulto mayor a las actividades
familiares, grupales o de la comunidad.
6. Ejecute con la persona la actividad auditiva y
visual, induciéndolo a buscar diferencias entre unas figuras,
mencionándole los colores de la ropa, identificando a las personas por
su voz, los objetos que le son familiares por su textura.
7. También estimúlelo a que realice algún tipo de
ejercicio físico acorde a sus capacidades y siempre en compañía de
alguna persona.
8. Procure que siempre traiga consigo una
identificación, en caso de que se extravíe.
Establezca rutinas: La
rutina reduce la ansiedad, representa seguridad para el paciente.
Ejemplo: mantener la misma hora para las comidas, sentarlo en el mismo
lugar de la mesa, en un ambiente que no cambie día a día, rodearlo de
las mismas personas, establecer un horario para el baño, siguiendo
siempre los mismos pasos, etc.
Mantenga la independencia del
paciente: Ayude a mantener su autorespeto,
su autoestima, su identidad. Ejemplo: deje que haga pequeñas tareas
mientras tenga posibilidad de hacerlas, picar la carne que va a ingerir,
comer solo, vestirse solo, lavarse los dientes, etc.
Estimularlo y crear condiciones para que practique
las habilidades que persisten. Recuerde que no se debe fomentar la
dependencia de otras personas antes de tiempo.
Ayúdele a mantener su
dignidad: Esto debe lograrse cuidando las
conductas y gestos que tiene usted como cuidador. Resguarde la
privacidad de la persona, evitando la exposición innecesaria de sus
comportamientos deficitarios (como la incontinencia urinaria).
Es importante recordar que la
imagen corporal y la apariencia física son componentes de la dignidad de
la persona; cuidado del aseo, peinado y vestimenta debe ser adecuado a
la cultura y preferencias del paciente (incluyendo aspectos cosméticos)
aún en aquellos que aparentemente no se dan cuenta. El paciente tiene
derecho a no ser reprendido y debe ser
tratado siempre con el respeto que todo ser humano merece.
Evite la confrontación: Los
conflictos causan estrés y ansiedad que acentúan las dificultades de
convivencia del paciente con el resto de la familia. El paciente ansioso
presenta más frecuentemente comportamientos inadecuados, agre-sividad y
reacciones catastróficas.
Entienda el “AQUÍ Y AHORA” del paciente:
Es
aconsejable que si cuida de un enfermo con demencia, comprenda que el
momento que vive el paciente, “AQUÍ Y AHORA”, es lo más importante.
No importa cuán ilógica pueda parecer esa realidad,
es la que el paciente está viviendo y se le debe dar la importancia que
él le da.
Esto se ha llamado terapia de la validación, porque
se ha comprobado que si el cuidador entra en el tema que el paciente
propone, en lugar de burlarse, criticarlo o confron-tarlo con la
realidad objetiva, logra mayores respuestas de parte del enfermo y lo
ayuda a utilizar las capacidades físicas y cog-nitivas que aún le
quedan.
Estimule la reminiscencia: Cuando
el paciente es llevado a conversar de lo que aún recuerda (depende de la
persistencia de su memoria remota) se siente más seguro y es capaz de
participar en grupos con el consiguiente beneficio para él. No importa
cuán repetida sea su historia, debe estimularse especialmente si
conlleva recuerdos positivos, buen humor, placer de épocas de juventud,
etc.
Tome medidas de seguridad: La
pérdida de la coordinación psicomotora y de la memoria aumentan las
posibilidades de accidentes. También se debe tener presente que el
paciente con demencia pierde el sentido del riesgo o peligro. Por su
deterioro neuronal, no es capaz aprender de experiencia y lo que le
causó daño minutos antes puede causárselo de nuevo, ya que no será capaz
de evitarlo.
Recomendaciones para prevenir
accidentes en el hogar donde habita una persona con demencia:
- Quite alfombras individuales en las que
pueda resbalar, enredarse y caer.
-
Pinte los escalones con colores
llamativos y diferentes: con la evolución de la enfermedad el paciente
va perdiendo su capacidad de distinguir diferencias de altura en el piso
y la profundidad de los escalones, su agudeza visual disminuye y está
menos alerta al peligro.
-
Instale chapas fuera del alcance del
paciente en puertas y ventanas peligrosas para evitar caídas y
extravíos.
- Deje luces encendidas en la noche. A
menudo estos pacientes tienen vagabundeo nocturno. Debe evitársele las
caídas y la ansiedad producida por la oscuridad.
- Cierre las llaves de paso de gas y agua,
pues a menudo los pacientes realizan actos sin propósito, u olvidan que
lo hicieron, con el consiguiente peligro.
- Proteja enchufes y cables eléctricos para
evitar accidentes.
Recomendaciones para la atención de una persona con
demencia:
Estimule la salud y el
ejercicio físico del paciente: Una rutina
diaria de ejercicios simples y caminatas ayudarán a mantener una buena
oxigenación y mejor circulación, evitando el deterioro precoz y
facilitando el sueño nocturno.
Cuando el deterioro del paciente ya no permite que
camine, se debe estimular el simple ejercicio de levantarlo a un sillón,
tratando que pueda ponerse de pie aunque sea algunos segundos cada dos
horas, para evitar lesiones (úlceras) en los puntos de apoyo.
Ejercite al máximo las
habilidades que aún conserva el paciente: Algunas
actividades relacionadas con su trabajo pueden estimular el sentido de
identidad y dignidad de las personas.
Dele pequeñas tareas, que a la vez que favorecen o
estimulan el sistema nervioso y motor, dan al paciente sentido de
identidad y la satisfacción de sentirse útil.
Mantenga la comunicación con el
paciente, para lograrlo:
- Asegúrese de que la capacidad sensorial
(oído, vista) sea suficiente. Si está disminuida utilice estrategias
especiales.
- Hable claro, lento, cara a cara y a nivel
de los ojos.
- Muestre afecto y estima. Es importante el
contacto físico, tomar de la mano, dar palmadas afectuosas.
-
Ponga atención al lenguaje corporal
del paciente y trate de comprenderlo.
- Esté consciente de su propio lenguaje
corporal y exagérelo para que el paciente comprenda.
- Averigüe qué se necesita para comunicarse
efectivamente con el adulto mayor.
- Asegúrese de obtener la atención del
paciente antes de comunicarse.
Si usted es cuidador no debe olvidar que el paciente
puede llegar a ser incapaz de manifestar sus propias necesidades y
deberá entonces interpretar el lenguaje corporal o los signos que
revelan una carencia o incomodidad.
Dé una atención de calidad
mientras el paciente toma los alimentos: Un
paciente con demencia depende de su cuidador para recibir el aporte
nutritivo necesario. A continuación se dan algunas recomendaciones:
- A menudo el paciente con Alzheimer tiene
poco apetito, puede ser porque ya no entiende lo que es comer o porque
no reconoce qué es “tener hambre”.
-
Trate que las
horas de comida sean parte de una rutina calmada y relajada.
-
Estimule al paciente a comer, y
premie cuando lo hace.
- Es más fácil usar cuchara en vez de
tenedor y cuchillo, o darle comidas en las que pueda usar las manos si
lo prefiere.
- No haga críticas si se le cae la comida o
se ensucia con ella.
- Si tiene problemas para masticar, dele
papillas.
- Estimule al paciente a tomar líquidos,
aproximadamente ocho vasos al día, para evitar constipación y
deshidratación.
Contribuya a la eliminación de
la incontinencia: Muchos pacientes con
enfermedad de Alzheimer tienen incontinencia ocasional, especialmente de
orina. A menudo la confusión es la
causa principal, pero hay otras posibilidades que se
deben tener en cuenta.
- Si la incontinencia de orina aparece
bruscamente, si la orina tiene mal olor o color oscuro, el problema
puede ser una infección urinaria. Debería tratar esto con un medicamento
indicado por el médico lo más pronto posible.
-
Otra causa tratable de incontinencia
puede ser la hipertrofia prostática (en hombres) y la constipación
severa.
-
El uso de algunos medicamentos
también puede contribuir a incontinencia; sedantes y tranquilizantes
pueden reducir la sensación de orinar y también retardar o hacer lento
el instinto de ir al baño.
Si la incontinencia se debe principalmente a la
confusión que va aumentando con la enfermedad, hay algunos pasos
prácticos que pueden ayudar a reducir el problema:
1. Asegúrese que el paciente no beba gran cantidad de
líquido, cuando ya sea tarde, antes de acostarse.
2. Disminuya el té y café, ya que tienen acción
diurética.
3. Estimule al paciente a ir al baño antes de
acostarse.
4. Despiértelo una o dos veces durante la noche para
orinar.
5. Ubique el baño del paciente cerca de su
dormitorio.
6. Si no es posible, se le aconseja el uso de cómodo.
7. Es conveniente que use cubierta de plástico para
el colchón.
Mantenga una temperatura
agradable al paciente: La persona puede no
darse cuenta o puede no saber comunicar que tiene frío o calor, para lo
cual usted como cuidador deberá estar atento; por ejemplo, tome sus
manos y cara para ver si están muy frías, o por el contrario observe si
el paciente presenta signos de transpiración o está enrojecido por el
calor.
Motive al paciente a que
mantenga su higiene personal: Los pacientes
con demencia a menudo rechazan bañarse. Todo lo referente al baño
requiere tacto y diplomacia.
Si el recordarle que debe bañarse ya no surte efecto,
será necesario que establezca una rutina que
lo ayude a llevar a cabo las tareas que esto implica.
Cuando su motivación ha desaparecido, debe
asegurarse que tenga un evento para el que valga la
pena estar bien aseado y peinado, por ejemplo, alguna actividad que le
guste, como ir a un centro diurno, de compras, visitar a un amigo o
familiar, etc.
El estrés personal del cuidador.
La enfermedad de Alzheimer no solamente afecta al
enfermo sino a toda la familia. La peor carga la lleva usted, el
cuidador.
El estrés personal y emocional de cuidar a una
persona con la Enfermedad de Alzheimer es enorme y usted debe planear la
manera de manejar la enfermedad en el futuro.
El comprender sus emociones le ayudará a manejar
satisfactoriamente los problemas de la persona y los suyos. Algunas de
las emociones que experimente pueden ser pena, culpa, enojo, vergüenza,
soledad, impotencia, desesperanza y otras.
Pena
Esta es una respuesta natural para alguien que ha
experimentado una pérdida. Por causa de la
enfermedad de Alzheimer puede sentir que ha perdido
un compañero, un amigo, o uno de los padres y a menudo lamentarse porque
la persona ya no es igual, justo cuando usted se ha terminado de adaptar
la persona cambia otra vez. Puede ser devastador cuando la persona ya no
le reconoce.
Muchos cuidadores han encontrado que la integración a
grupos de autoayuda es la mejor manera de continuar.
Culpa
Es muy común sentirse culpable por sentirse incómodo
debido al comportamiento de la persona mayor, por enojarse con ella, o
por sentir que ya no puede continuar y está pensando en la internación.
Puede ser útil hablar sobre estos sentimientos con otros cuidadores y
amigos.
Enojo
Su enojo puede estar combinado, dirigido a la
persona, a usted, al médico o a la situación, dependiendo de las
circunstancias. Es importante distinguir entre su enojo por el
comportamiento de la persona mayor, producto de su enfermedad y su enojo
con ella.
Puede ayudarle el buscar apoyo en un grupo de auto
ayuda. A veces la gente se siente tan enojada que está a punto de
lastimar a la persona que está cuidando. Si éste es su sentimiento, debe
buscar ayuda profesional pues tener a su cargo varias responsabilidades
como pagar cuentas, arreglar la casa, cocinar, es muy estresante.
Conviene que lo platique con otros miembros de la familia o con un
profesional.
Vergüenza
Es común sentir vergüenza cuando la persona tiene un
comportamiento inapropiado. Su incomodidad puede desaparecer cuando
comparte sus sentimientos con otros cuidadores que están pasando por las
mismas situaciones. También ayuda dar explicaciones sobre la enfermedad
a los amigos y vecinos para que puedan comprender mejor los
comportamientos de la persona.
Soledad
Muchos cuidadores se apartan de la sociedad y se
limitan a estar con la persona enferma en sus casas. Ser un cuidador
puede convertirlo en un solitario por haber perdido la relación con la
persona enferma y con otros contactos sociales debido a las exigencias
de esta tarea. La soledad dificulta el sobrellevar sus problemas. Es
útil mantener las amistades y los contactos sociales.
Ayuda para el cuidador.
Comparta los cuidados con el resto de la familia
Para algunos cuidadores, la familia es la mayor
fuente de ayuda; para otros es la mayor fuente de angustia. Es
importante aceptar ayuda de otros miembros de la familia y no llevar la
carga uno solo.
Si se siente angustiado porque su familia no está
ayudando y hasta pueden llegar a criticarlo porque desconocen la
enfermedad de Alzheimer, puede ser útil llamar a una reunión familiar
para hablar del cuidado de la persona.
Recuerde... el paciente tiene varios familiares que
deben compartir el compromiso moral para quien cuidó de ellos.
Comparta sus problemas
Es necesario que comparta con otros sus sentimientos
v experiencias corno cuidador. Si se los guarda para sí, es más difícil
cuidar a la persona con la enfermedad. Si ve que lo que usted está
experimentando es una respuesta natural a su situación le será más fácil
manejar la situación.
Trate de aceptar la ayuda cuando otros se la ofrecen
aunque le parezca que lo están molestando. Trate de pensar
anticipadamente en una persona a quien recurrir en una emergencia.
Dése tiempo para sí mismo
Es esencial que tenga tiempo para usted. Esto le
permitirá compartir con otras personas, disfrutar
de sus pasatiempos favoritos y lo más importante,
divertirse. Si usted necesita más tiempo trate de encontrar a una
persona que se haga cargo del cuidado del enfermo parte del día para que
usted pueda descansar.
Conozca sus límites
¿Cuánto más puede aguantar antes de que sea
demasiado? Mucha gente se dará cuenta de cuánto puede aguantar antes de
llegar al punto en que la situación lo abruma. Si su situación es
insoportable pida ayuda para evitar una crisis.
No se culpe usted mismo
No se culpe a usted ni a la persona con la enfermedad
de Alzheimer por los problemas que atraviesa. Recuerde que la causa es
la enfermedad. Si cree que la relación con amigos o familiares se está
desvaneciendo, no se culpe ni los culpe a ellos.
Trate de buscar las causas de la ruptura y discútalas
con ellos. Recuerde que las relaciones con otros son una fuente valiosa
de apoyo para usted. Esto es una ventaja para usted y para la persona
con Alzheimer.
Busque asesoría
Le ayudará buscar asesoría sobre su rol cambiante y
las modificaciones que ocurren en la persona con Enfermedad de
Alzheimer. Esto le permitirá anticiparse a los cambios que se esperan y
que el desgaste sea menor.
Recuerde que usted es importante
Usted es importante para usted mismo y en la vida de
la persona con Alzheimer. Sin usted, la persona que atiende se sentiría
perdido. Esta es otra razón por la cual es tan esencial que usted se
cuide.
El saber aceptar ayuda puede resultarle nuevo. A
menudo miembros de su familia, amigos o vecinos quieren hacer algo por
usted y por la persona con la enfermedad, pero quizá no sepan que sería
útil o bienvenido de su parte.
Alguna sugerencia suya o idea les dará una
oportunidad para ayudar. Esto le sirve a los demás para sentirse útiles,
ayudar a la persona con la enfermedad de Alzheimer, y también proveerle
a usted de algún alivio.