ADULTO MAYOR: UNA NUEVA ETAPA DE VIDA
Guía de
orientación para la comprensión y atención psicológica en la edad
avanzada
Presentación
La presente guía tiene como fin
dar a conocer a los adultos mayores y a las personas que conviven día a
día con ellos, cuál es el potencial con el que cuenta una persona en
esta etapa de su vida, y exhortarlos a que busquen los mecanismos
necesarios para alcanzar su autorrealización.
A los adultos mayores se les invita a que realicen un
análisis interno para descubrir sus propias habilidades y capacidades,
con el objetivo de interesarlos en seguir construyendo su plan de vida y
sentirse satisfechos de haberse preocupado por disfrutar cada acción que
realizaron, dejando de lado cualquier pensamiento negativo que les
impida distinguirse como personas que enfrentan la vida siempre con
optimismo.
Al resto de la sociedad, que seguramente tiene algún
lazo afectivo con algún adulto mayor, se le presentan situaciones que
explican como actúa la psicología de una persona de edad avanzada o de
alguien que presenta algún tipo de demencia, y así al ser más empáticos
con ellos, proveerles un entorno favorable que les permita expresar sus
inquietudes, sentirse queridos y tomados en cuenta para que conserven su
salud emocional hasta edades muy avanzadas.
“La sociedad tiene para con las personas mayores, el
deber y la responsabilidad moral de retribuirles medios de vida,
bienestar, agradecimiento y respeto, reconociendo que lo que hoy tenemos
es fruto de su esfuerzo v dedicación”
Capítulo IV: Sexualidad en el Adulto Mayor
La sexualidad de las personas adultas mayores va muy
relacionada con la que tuvieron en edades más jóvenes. Un hombre
saludable que ha sido sexualmente activo, puede continuar en alguna
forma expresando su actividad sexual en edad avanzada.
Fisiológicamente, las mujeres son aptas para
mantenerse activas sexualmente todo el tiempo. Un obstáculo para ellas
puede ser la carencia de un compañero interesado y en muchas ocasiones
por el contexto social en el que viven, especialmente por su papel de la
abuelita tierna y “asexuada”.
Es vital para toda persona y en especial en la edad
adulta mayor, satisfacer la necesidad de sentir, dar y recibir ternura y
afecto, sentirse aceptado y querido, ser tomado en cuenta, ser
respetado; así como compartir vivencias que van desde la presencia
física del otro, con quien se puede comentar y disentir, hasta compartir
un lecho, el contacto con la piel del otro cuerpo y disfrutar de la
capacidad orgásmica.
No parece haber razones profundas para pensar que la
expresión sexual en esta edad no sea satisfactoria y placentera. Lo
importante de esta expresión es la calidad, la armonía y la comunicación
de la pareja.
Cabe destacar que sí hay cambios fisiológicos, pero
eso no significa que se deban alterar las actividades sexuales. Todo
parece indicar que esta etapa de la vida es un tiempo de aprender a
adaptarse a estos cambios y muchos otros, y que la actividad sexual
puede seguir tanto tiempo como deseen las personas que la ejercen.
Tocarse, abrazarse y apapacharse, produce un
sentimiento de reafirmación, de que la persona es necesaria, amada y
deseada. La expresión sexual también ayuda a las personas adultas
mayores a sentirse atractivas y bien consigo mismas. Físicamente, provee
de un excelente ejercicio, mejora la circulación y fortalece los
pulmones y el corazón. Emocionalmente trae placer y plenitud, sobre todo
al aceptar la propia sexualidad y la de los demás como un proceso sano y
humano.
Hay que considerar que a algunos hombres les cuesta
trabajo llegar a la erección y ya conseguida ésta, se sabe que la
mantienen más tiempo que en la juventud. En las mujeres se presenta el
problema de la falta de lubricación y elasticidad vaginal, para lo cual
se recomienda la utilización de aceites minerales.
Para lograr una mayor excitación, se puede recurrir a
la es-timulación manual entre ambos o a la autoestimulación eró-tica, lo
cual puede ayudar a descubrir o redescubrir las zonas del cuerpo con
mayor sensibilidad.
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