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domingo, 15 de diciembre de 2019

ADULTO MAYOR: UNA NUEVA ETAPA DE VIDA 3 DEMENCIAS

ADULTO MAYOR: UNA NUEVA ETAPA DE VIDA
Guía de orientación para la comprensión y atención psicológica en la edad avanzada


Presentación
La presente guía tiene como fin dar a conocer a los adultos mayores y a las personas que conviven día a día con ellos, cuál es el potencial con el que cuenta una persona en esta etapa de su vida, y exhortarlos a que busquen los mecanismos necesarios para alcanzar su autorrealización.
A los adultos mayores se les invita a que realicen un análisis interno para descubrir sus propias habilidades y capacidades, con el objetivo de interesarlos en seguir construyendo su plan de vida y sentirse satisfechos de haberse preocupado por disfrutar cada acción que realizaron, dejando de lado cualquier pensamiento negativo que les impida distinguirse como personas que enfrentan la vida siempre con optimismo.
Al resto de la sociedad, que seguramente tiene algún lazo afectivo con algún adulto mayor, se le presentan situaciones que explican como actúa la psicología de una persona de edad avanzada o de alguien que presenta algún tipo de demencia, y así al ser más empáticos con ellos, proveerles un entorno favorable que les permita expresar sus inquietudes, sentirse queridos y tomados en cuenta para que conserven su salud emocional hasta edades muy avanzadas.
“La sociedad tiene para con las personas mayores, el deber y la responsabilidad moral de retribuirles medios de vida, bienestar, agradecimiento y respeto, reconociendo que lo que hoy tenemos es fruto de su esfuerzo v dedicación”


 


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Capítulo III: Demencias

La demencia puede ser definida como un síndrome caracterizado por deterioro adquirido y persistente de la fun-ción intelectual, con afectación de al menos tres áreas de la actividad mental, como trastornos del lenguaje y de la memo-ria; trastornos emocionales o de la personalidad, y trastornos cognitivos (falta de capacidad de aprendizaje).
Al presentar algún tipo de demencia se produce un claro deterioro en el control emocional, de la conducta social y/ o de la motivación.
Las demencias tienen una prevalencia entre un 5% a un 8% en la población adulta mayor; aumenta en forma progresiva con la edad y es muy frecuente en los hogares de ancianos. Se presenta en la enfermedad de Alzheimer, en la enfermedad cerebrovascular, y en otras condiciones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria.
Es importante examinar a los pacientes buscando este síndrome (demencias) pues no es un motivo frecuente de consulta, y no siempre es diagnosticado por los médicos.
El que se diagnostique una demencia, es porque da claras señales de deficiencia en la memoria, la concentración, el razonamiento, el lenguaje y el comportamiento. Su inicio y evolución son progresivos, afectan la autonomía y alteran la convivencia cotidiana de la persona, por lo cual es
necesario acudir a un especialista en salud mental, de preferencia a un psicogeriatra, pues es el psicólogo especialista en adultos mayores, quien recomendará el seguimiento adecuado.
 
Adulto mayor dependiente.
Cuando por alguna enfermedad o discapacidad el adulto mayor deja de ser independiente y se convierte en dependiente, la familia juega un papel importante en el apoyo tanto físico como emocional que le brinda, y del cual dependerá el bienestar y calidad de vida del adulto mayor en sus últimos años.
La familia que cuida y atiende al adulto mayor enfermo o discapacitado vive con frecuencia la situación como un problema, debido a las exigencias que esto implica. Es por esto que se re-quiere que los cuidados del adulto mayor sean apoyados y compartidos por todos los miembros de la familia, ya que no hay que olvidar que es familiar de todos y no de una sola persona.
Debemos darle al adulto mayor, tanto dependiente como independiente, lo que tanto necesita: palabras de amor, afecto y apoyo que le ayuden a elevar su autoestima y le permitan sentirse parte activa de la familia y la sociedad.


Características principales de la demencia.
Problemas para recordar hechos recientes (memoria).
Por lo menos una de las siguientes alteraciones:
-          Dificultad para realizar tareas conocidas y habituales.
-          Confusión, alteraciones de carácter y de comportamiento.
-          Deterioro del razonamiento.
-          Dificultad en el lenguaje, en complementar el pensamiento o seguir una instrucción.
-          Sentimiento de depresión.
-          Vagabundeo.
-          Incontinencia urinaria y/o fecal.
-          Cambios de conducta.
El envejecimiento progresivo de la población y los cambios epidemiológicos recientes han traído como consecuencia el aumento del número de adultos mayores que sufre demencia.
Se sabe que una gran proporción de adultos mayores con demencia permanecen en sus casas, por tanto el equipo de atención primaria de salud, que tiene un rol significativo en el diagnóstico
precoz de la enfermedad y en la derivación a la atención especializada cuando es necesario, es
responsable también del apoyo y capacitación de la familia, particularmente del cuidador primario.

Tipos de demencias de acuerdo a su origen.
-          Demencias degenerativas (enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Pick y otros).
-          Demencias vasculares (infartos cerebrales).
-          Demencias infecciosas (Jacob - Kreutzfeldt).
-          Demencias traumáticas.
-          Demencias tóxicas y metabólicas (alcohol - drogas).
-          Demencias causadas por tumores cerebrales.
* La enfermedad de Alzheimer es la más común de las demencias.

Enfermedad de Alzheimer (Tipo de demencia más frecuente).
Algunas de las características que puede presentar, en forma progresiva, un paciente con enfermedad de Alzheimer son:
-          Pérdida de memoria, principalmente la memoria reciente.
-          Dificultad en el lenguaje: problemas para encontrar la palabra adecuada o perder el hilo de la frase.
-           Desorientación: pérdida de la noción del tiempo y tendencia a perderse en lugares conocidos.
-          Falta de iniciativa.
-          Dificultad en el diario vivir, para vestirse, bañarse, comer.
-          Es incapaz de vivir solo.
-          Se vuelve dependiente de otras personas.
-           Tiene trastornos del juicio: puede acusar a los familiares de robo, expresar celos infundados, etc.
-          Vagabundeo y otras conductas anormales, incluso reacciones violentas.
-          No reconoce a familiares o amigos.
-          Puede llegar a la incontinencia urinaria y fecal.
-          Puede estar confinado a silla de ruedas o cama.

Tabla 2 - Comportamiento de una persona con demencia.

COMPORTAMIENTO
SOLUCIÓN CREATIVA

ROBO:
Las personas dementes no tienen la capacidad de formular un plan de disimulo para obtener ventaja personal. Por otra parte es frecuente que la persona con demencia acuse a alguien de haberle robado una pertenencia.

-          Haga que su padre o madre lleve ropas sin bolsillos cuando vayan de compra juntos.
-          Frente a la caja, revise el bolso de su madre y compórtese como si fuese perfectamente natural llevar esos artículos en el bolso.·
-          Dé a su padre o madre algo ligero que llevar en la tienda, para que tenga ocupadas sus manos.
-          Si la persona dice tener perdido un objeto, dele la razón a la persona y ayude a buscarlo.

TRABAJO:
No pocas veces, el padre o la madre aún tiene empleo cuando se desarrollan los primeros síntomas de demencia y por lo general es un trabajo que tiene años realizándolo.

-          Hable con el jefe de su padre: ¿Podría encontrarle otro empleo más sencillo o incluso de medio tiempo?·
-          Ofrezca devolver al patrón el ingreso que le paga a su padre. Gastaría usted más si pagara a un cuidador.

ADMINISTRACIÓN DEL DINERO:
Para una persona demente el interés en el dinero y su afán de poseerlo están más profundamente arraigados que las capacidades reque-ridas para administrarlo.

-          Si queda poco dinero por ahorrar, habrá que impedir que la persona tenga acceso a él.
-           Si puede usted permitirse perder un poco de dinero para salvaguardar el orgullo de su padre o madre, conviene llenar su cartera con monedas de poco valor.
-          Dele a su padre una libreta de cheques de una cuenta cancelada para aliviar la sensación de inseguridad que causa el no tener dinero.

HIGIENE PERSONAL: Las personas dementes pueden olvidarse del baño, considerarlo innecesario o haberse olvidado cómo hacerlo.

-          Si el baño es motivo de conflictos, puede asearlo de pie con toallas húmedas.
-           Compre varias prendas idénticas para que no note el cambio.
-          En caso extremo, lave por las noches la ropa para que el paciente no lo note.

EL DEAMBULAR:
Esto puede ser un problemapreocupante que le toque manejar.
La persona enferma puede deambular por la casa o salir a deambular por la colonia, con el riesgo de perderse.

-          Asegúrese de que lleve identificación.
-          Cerciórese de que la casa sea segura y que la persona esté en ella y no pueda salir sin su consentimiento.
-           Cuando la persona que se perdió regresa, evite demostrar el enojo, hable pausadamente con ella y con mucho cariño.
-          Conviene tener una foto actual en el caso de que la persona se pierda y necesite pedir ayuda.

LA VIOLENCIA Y AGRESIÓN:
Ocasionalmente la persona podrá estar enojada, agresiva o violenta. Puede ser por varias razones como la pérdida de control social y discernimiento, pérdida de la habilidad para expresar sin violencia sus sentimientos negativos.

-          Mantenga la calma, trate de no mostrar miedo o alarma.
-          Concédale a la persona más espacio
-          Averigüe que causó esa reacción y trate de evitarlo en un futuro
-          Si la violencia ocurre a menudo, pida ayuda.

COMPORTAMIENTO SEXUAL INAPROPIADO:
La persona con demencia puede desnudarse en público, acariciar sus genitales, o tocar a otra persona en forma inconveniente.

-          Trate de no reaccionar exageradamente, recuerde que es parte de la enfermedad.
-          Trate de distraer a la persona con otra actividad.
-          Si la persona se desnuda, desapruebe amablemente ese comportamiento y trate de distraerla.

CONDUCIR:
El conducir un auto incluye una serie de factores psicológicos, más que el simple hecho de ser un medio de transporte.

-          Pruebe la persuasión amable para que la persona no conduzca.
-          Pida al médico que por cuestión de seguridad prohiba conducir al paciente. Quizá sienta el peso de autoridad del médico.
-          Si no consigue persuadir a la persona, corte la corriente eléctrica del auto con un interruptor cuya colocación sólo usted conozca.



Cómo hacer frente al mundo exterior.
Hay una tendencia irresistible a interpretar erróneamente la conducta de una persona demente y
otra tendencia, no menos irresistible: tratar de enseñarle a esa persona que cierto tipo de conducta es “impropia”. Tratar de enfrentarse de este modo a los problemas de la conducta social inapropiada sólo hará que usted y su progenitor agraven sus problemas.
Comprenda que dentro del marco de referencia de su padre o de su madre es sumamente probable que no esté haciendo nada malo sino actuando de manera sumamente lógica. Cuando su padre o madre demente hace algo “erróneo”, rara vez se ganará algo con discutir.
Recuerde: toda realidad es mental. Usted y su padre o madre habitan diferentes realidades mentales.
Por consiguiente, si un asunto los separa y amenaza con causar un conflicto, no discuta, en cambio elija entre las soluciones siguientes:
-          Si no causa daños, mantenga la ilusión de la realidad de su familiar hasta donde se posible.
-          Si hay posibilidad de causar daño, evite usted la situación o arrégleselas para disminuir el riesgo... no se confronte.
-          Si la posibilidad de causar daño es real e inevitable, evite el tema mediante un enérgico ejercicio de autoridad.

Recomendaciones a familiares de adultos mayores con demencia:
Algunos de los objetivos generales del cuidado de estos pacientes son:

1. Estimule a la persona adulta mayor con demencia brindándole compañía y cariño.
2. Ubíquelo continuamente en la realidad: recuérdele algunas fechas, sobre todo en la que se encuentra viviendo, muéstrele fotografías y recuérdele nombres.
3. Estimule su memoria reciente: fiestas de cumpleaños, acontecimientos significativos que hayan sucedido hace pocos días.
4. Fomente su memoria e imaginación teniendo conversaciones sencillas pero atractivas, lectura de cuentos cortos.
5. Estimule la convivencia, comunicación v participación, incorporando al adulto mayor a las actividades familiares, grupales o de la comunidad.
6. Ejecute con la persona la actividad auditiva y visual, induciéndolo a buscar diferencias entre unas figuras, mencionándole los colores de la ropa, identificando a las personas por su voz, los objetos que le son familiares por su textura.
7. También estimúlelo a que realice algún tipo de ejercicio físico acorde a sus capacidades y siempre en compañía de alguna persona.
8. Procure que siempre traiga consigo una identificación, en caso de que se extravíe.

Establezca rutinas: La rutina reduce la ansiedad, representa seguridad para el paciente. Ejemplo: mantener la misma hora para las comidas, sentarlo en el mismo lugar de la mesa, en un ambiente que no cambie día a día, rodearlo de las mismas personas, establecer un horario para el baño, siguiendo siempre los mismos pasos, etc.

Mantenga la independencia del paciente: Ayude a mantener su autorespeto, su autoestima, su identidad. Ejemplo: deje que haga pequeñas tareas mientras tenga posibilidad de hacerlas, picar la carne que va a ingerir, comer solo, vestirse solo, lavarse los dientes, etc.
Estimularlo y crear condiciones para que practique las habilidades que persisten. Recuerde que no se debe fomentar la dependencia de otras personas antes de tiempo.

Ayúdele a mantener su dignidad: Esto debe lograrse cuidando las conductas y gestos que tiene usted como cuidador. Resguarde la privacidad de la persona, evitando la exposición innecesaria de sus comportamientos deficitarios (como la incontinencia urinaria).
Es importante recordar que la imagen corporal y la apariencia física son componentes de la dignidad de la persona; cuidado del aseo, peinado y vestimenta debe ser adecuado a la cultura y preferencias del paciente (incluyendo aspectos cosméticos) aún en aquellos que aparentemente no se dan cuenta. El paciente tiene derecho a no ser reprendido y debe ser tratado siempre con el respeto que todo ser humano merece.

Evite la confrontación: Los conflictos causan estrés y ansiedad que acentúan las dificultades de convivencia del paciente con el resto de la familia. El paciente ansioso presenta más frecuentemente comportamientos inadecuados, agre-sividad y reacciones catastróficas.

Entienda el “AQUÍ Y AHORA” del paciente:
Es aconsejable que si cuida de un enfermo con demencia, comprenda que el momento que vive el paciente, “AQUÍ Y AHORA”, es lo más importante.

No importa cuán ilógica pueda parecer esa realidad, es la que el paciente está viviendo y se le debe dar la importancia que él le da.
Esto se ha llamado terapia de la validación, porque se ha comprobado que si el cuidador entra en el tema que el paciente propone, en lugar de burlarse, criticarlo o confron-tarlo con la realidad objetiva, logra mayores respuestas de parte del enfermo y lo ayuda a utilizar las capacidades físicas y cog-nitivas que aún le quedan.

Estimule la reminiscencia: Cuando el paciente es llevado a conversar de lo que aún recuerda (depende de la persistencia de su memoria remota) se siente más seguro y es capaz de participar en grupos con el consiguiente beneficio para él. No importa cuán repetida sea su historia, debe estimularse especialmente si conlleva recuerdos positivos, buen humor, placer de épocas de juventud, etc.

Tome medidas de seguridad: La pérdida de la coordinación psicomotora y de la memoria aumentan las posibilidades de accidentes. También se debe tener presente que el paciente con demencia pierde el sentido del riesgo o peligro. Por su deterioro neuronal, no es capaz aprender de experiencia y lo que le causó daño minutos antes puede causárselo de nuevo, ya que no será capaz de evitarlo.

Recomendaciones para prevenir accidentes en el hogar donde habita una persona con demencia:
-          Quite alfombras individuales en las que pueda resbalar, enredarse y caer.
-           Pinte los escalones con colores llamativos y diferentes: con la evolución de la enfermedad el paciente va perdiendo su capacidad de distinguir diferencias de altura en el piso y la profundidad de los escalones, su agudeza visual disminuye y está menos alerta al peligro.
-           Instale chapas fuera del alcance del paciente en puertas y ventanas peligrosas para evitar caídas y extravíos.
-          Deje luces encendidas en la noche. A menudo estos pacientes tienen vagabundeo nocturno. Debe evitársele las caídas y la ansiedad producida por la oscuridad.
-          Cierre las llaves de paso de gas y agua, pues a menudo los pacientes realizan actos sin propósito, u olvidan que lo hicieron, con el consiguiente peligro.
-          Proteja enchufes y cables eléctricos para evitar accidentes.

Recomendaciones para la atención de una persona con demencia:

Estimule la salud y el ejercicio físico del paciente: Una rutina diaria de ejercicios simples y caminatas ayudarán a mantener una buena oxigenación y mejor circulación, evitando el deterioro precoz y facilitando el sueño nocturno.
Cuando el deterioro del paciente ya no permite que camine, se debe estimular el simple ejercicio de levantarlo a un sillón, tratando que pueda ponerse de pie aunque sea algunos segundos cada dos horas, para evitar lesiones (úlceras) en los puntos de apoyo.

Ejercite al máximo las habilidades que aún conserva el paciente: Algunas actividades relacionadas con su trabajo pueden estimular el sentido de identidad y dignidad de las personas.
Dele pequeñas tareas, que a la vez que favorecen o estimulan el sistema nervioso y motor, dan al paciente sentido de identidad y la satisfacción de sentirse útil.

Mantenga la comunicación con el paciente, para lograrlo:
-          Asegúrese de que la capacidad sensorial (oído, vista) sea suficiente. Si está disminuida utilice estrategias especiales.
-          Hable claro, lento, cara a cara y a nivel de los ojos.
-          Muestre afecto y estima. Es importante el contacto físico, tomar de la mano, dar palmadas afectuosas.
-           Ponga atención al lenguaje corporal del paciente y trate de comprenderlo.
-          Esté consciente de su propio lenguaje corporal y exagérelo para que el paciente comprenda.
-          Averigüe qué se necesita para comunicarse efectivamente con el adulto mayor.
-          Asegúrese de obtener la atención del paciente antes de comunicarse.
Si usted es cuidador no debe olvidar que el paciente puede llegar a ser incapaz de manifestar sus propias necesidades y deberá entonces interpretar el lenguaje corporal o los signos que revelan una carencia o incomodidad.

Dé una atención de calidad mientras el paciente toma los alimentos: Un paciente con demencia depende de su cuidador para recibir el aporte nutritivo necesario. A continuación se dan algunas recomendaciones:
-          A menudo el paciente con Alzheimer tiene poco apetito, puede ser porque ya no entiende lo que es comer o porque no reconoce qué es “tener hambre”.
-           Trate que las horas de comida sean parte de una rutina calmada y relajada.

-           Estimule al paciente a comer, y premie cuando lo hace.
-          Es más fácil usar cuchara en vez de tenedor y cuchillo, o darle comidas en las que pueda usar las manos si lo prefiere.
-          No haga críticas si se le cae la comida o se ensucia con ella.
-          Si tiene problemas para masticar, dele papillas.
-          Estimule al paciente a tomar líquidos, aproximadamente ocho vasos al día, para evitar constipación y deshidratación.

Contribuya a la eliminación de la incontinencia: Muchos pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen incontinencia ocasional, especialmente de orina. A menudo la confusión es la
causa principal, pero hay otras posibilidades que se deben tener en cuenta.
-          Si la incontinencia de orina aparece bruscamente, si la orina tiene mal olor o color oscuro, el problema puede ser una infección urinaria. Debería tratar esto con un medicamento indicado por el médico lo más pronto posible.
-           Otra causa tratable de incontinencia puede ser la hipertrofia prostática (en hombres) y la constipación severa.
-           El uso de algunos medicamentos también puede contribuir a incontinencia; sedantes y tranquilizantes pueden reducir la sensación de orinar y también retardar o hacer lento el instinto de ir al baño.

Si la incontinencia se debe principalmente a la confusión que va aumentando con la enfermedad, hay algunos pasos prácticos que pueden ayudar a reducir el problema:
1. Asegúrese que el paciente no beba gran cantidad de líquido, cuando ya sea tarde, antes de acostarse.
2. Disminuya el té y café, ya que tienen acción diurética.
3. Estimule al paciente a ir al baño antes de acostarse.
4. Despiértelo una o dos veces durante la noche para orinar.
5. Ubique el baño del paciente cerca de su dormitorio.
6. Si no es posible, se le aconseja el uso de cómodo.
7. Es conveniente que use cubierta de plástico para el colchón.

Mantenga una temperatura agradable al paciente: La persona puede no darse cuenta o puede no saber comunicar que tiene frío o calor, para lo cual usted como cuidador deberá estar atento; por ejemplo, tome sus manos y cara para ver si están muy frías, o por el contrario observe si el paciente presenta signos de transpiración o está enrojecido por el calor.

Motive al paciente a que mantenga su higiene personal: Los pacientes con demencia a menudo rechazan bañarse. Todo lo referente al baño requiere tacto y diplomacia.
Si el recordarle que debe bañarse ya no surte efecto, será necesario que establezca una rutina que
lo ayude a llevar a cabo las tareas que esto implica. Cuando su motivación ha desaparecido, debe
asegurarse que tenga un evento para el que valga la pena estar bien aseado y peinado, por ejemplo, alguna actividad que le guste, como ir a un centro diurno, de compras, visitar a un amigo o familiar, etc.

El estrés personal del cuidador.
La enfermedad de Alzheimer no solamente afecta al enfermo sino a toda la familia. La peor carga la lleva usted, el cuidador.
El estrés personal y emocional de cuidar a una persona con la Enfermedad de Alzheimer es enorme y usted debe planear la manera de manejar la enfermedad en el futuro.
El comprender sus emociones le ayudará a manejar satisfactoriamente los problemas de la persona y los suyos. Algunas de las emociones que experimente pueden ser pena, culpa, enojo, vergüenza, soledad, impotencia, desesperanza y otras.

Pena
Esta es una respuesta natural para alguien que ha experimentado una pérdida. Por causa de la
enfermedad de Alzheimer puede sentir que ha perdido un compañero, un amigo, o uno de los padres y a menudo lamentarse porque la persona ya no es igual, justo cuando usted se ha terminado de adaptar la persona cambia otra vez. Puede ser devastador cuando la persona ya no le reconoce.
Muchos cuidadores han encontrado que la integración a grupos de autoayuda es la mejor manera de continuar.

Culpa
Es muy común sentirse culpable por sentirse incómodo debido al comportamiento de la persona mayor, por enojarse con ella, o por sentir que ya no puede continuar y está pensando en la internación. Puede ser útil hablar sobre estos sentimientos con otros cuidadores y amigos.

Enojo
Su enojo puede estar combinado, dirigido a la persona, a usted, al médico o a la situación, dependiendo de las circunstancias. Es importante distinguir entre su enojo por el comportamiento de la persona mayor, producto de su enfermedad y su enojo con ella.
Puede ayudarle el buscar apoyo en un grupo de auto ayuda. A veces la gente se siente tan enojada que está a punto de lastimar a la persona que está cuidando. Si éste es su sentimiento, debe buscar ayuda profesional pues tener a su cargo varias responsabilidades como pagar cuentas, arreglar la casa, cocinar, es muy estresante. Conviene que lo platique con otros miembros de la familia o con un profesional.

Vergüenza
Es común sentir vergüenza cuando la persona tiene un comportamiento inapropiado. Su incomodidad puede desaparecer cuando comparte sus sentimientos con otros cuidadores que están pasando por las mismas situaciones. También ayuda dar explicaciones sobre la enfermedad a los amigos y vecinos para que puedan comprender mejor los comportamientos de la persona.

Soledad
Muchos cuidadores se apartan de la sociedad y se limitan a estar con la persona enferma en sus casas. Ser un cuidador puede convertirlo en un solitario por haber perdido la relación con la persona enferma y con otros contactos sociales debido a las exigencias de esta tarea. La soledad dificulta el sobrellevar sus problemas. Es útil mantener las amistades y los contactos sociales.

Ayuda para el cuidador.
Comparta los cuidados con el resto de la familia
Para algunos cuidadores, la familia es la mayor fuente de ayuda; para otros es la mayor fuente de angustia. Es importante aceptar ayuda de otros miembros de la familia y no llevar la carga uno solo.
Si se siente angustiado porque su familia no está ayudando y hasta pueden llegar a criticarlo porque desconocen la enfermedad de Alzheimer, puede ser útil llamar a una reunión familiar para hablar del cuidado de la persona.
Recuerde... el paciente tiene varios familiares que deben compartir el compromiso moral para quien cuidó de ellos.

Comparta sus problemas
Es necesario que comparta con otros sus sentimientos v experiencias corno cuidador. Si se los guarda para sí, es más difícil cuidar a la persona con la enfermedad. Si ve que lo que usted está experimentando es una respuesta natural a su situación le será más fácil manejar la situación.
Trate de aceptar la ayuda cuando otros se la ofrecen aunque le parezca que lo están molestando. Trate de pensar anticipadamente en una persona a quien recurrir en una emergencia.

Dése tiempo para sí mismo
Es esencial que tenga tiempo para usted. Esto le permitirá compartir con otras personas, disfrutar
de sus pasatiempos favoritos y lo más importante, divertirse. Si usted necesita más tiempo trate de encontrar a una persona que se haga cargo del cuidado del enfermo parte del día para que usted pueda descansar.

Conozca sus límites
¿Cuánto más puede aguantar antes de que sea demasiado? Mucha gente se dará cuenta de cuánto puede aguantar antes de llegar al punto en que la situación lo abruma. Si su situación es insoportable pida ayuda para evitar una crisis.

No se culpe usted mismo
No se culpe a usted ni a la persona con la enfermedad de Alzheimer por los problemas que atraviesa. Recuerde que la causa es la enfermedad. Si cree que la relación con amigos o familiares se está desvaneciendo, no se culpe ni los culpe a ellos.
Trate de buscar las causas de la ruptura y discútalas con ellos. Recuerde que las relaciones con otros son una fuente valiosa de apoyo para usted. Esto es una ventaja para usted y para la persona con Alzheimer.

Busque asesoría
Le ayudará buscar asesoría sobre su rol cambiante y las modificaciones que ocurren en la persona con Enfermedad de Alzheimer. Esto le permitirá anticiparse a los cambios que se esperan y que el desgaste sea menor.

Recuerde que usted es importante
Usted es importante para usted mismo y en la vida de la persona con Alzheimer. Sin usted, la persona que atiende se sentiría perdido. Esta es otra razón por la cual es tan esencial que usted se cuide.
El saber aceptar ayuda puede resultarle nuevo. A menudo miembros de su familia, amigos o vecinos quieren hacer algo por usted y por la persona con la enfermedad, pero quizá no sepan que sería útil o bienvenido de su parte.
Alguna sugerencia suya o idea les dará una oportunidad para ayudar. Esto le sirve a los demás para sentirse útiles, ayudar a la persona con la enfermedad de Alzheimer, y también proveerle a usted de algún alivio.





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