AUTOCUIDADO DE LA SALUD DEL ADULTO MAYOR
Guía de
orientación para el cuidado de la
salud de los adultos mayores.
Menopausia y Osteoporosis
La menopausia es el momento de la vida de la mujer en el cual deja de
menstruar permanentemente, lo que también significa que ya no puede
tener hijos. Comienza un proceso biológico largo y gradual en el cual
los ovarios reducen su producción de hormonas sexuales femeninas,
estrógenos y progesterona. Este proceso toma entre 3 y 5 años después
del último periodo menstrual. A esta fase transicional se le llama
climaterio. La menopausia se considera completa o establecida cuando se
cumple un año sin menstruar, esto en promedio ocurre a los 50
años.
Con la menopausia se dan muchos cambios en el organismo de la mujer, uno
de ellos es la osteoporosis, la cual se caracteriza por la disminución
de la masa ósea debido a la pérdida de calcio.
Los huesos se vuelven porosos, frágiles y quebradizos, por lo que están
en riesgo de romperse fácilmente. Numerosos estudios en los últimos años
relacionan el debilitamiento de los huesos con la insuficiencia de
estrógenos. Aunque es una enfermedad que comúnmente se desarrolla en
mujeres maduras, se relaciona más con la menopausia que con la edad
cronológica.
Consejos para compartir
De los síntomas de la menopausia se habla mucho, pero definitivamente es
una experiencia individual. Algunas mujeres reportan pequeñas
diferencias en sus cuerpos y en su humor.
Otras encuentran los cambios extremadamente molestos y abruptos, es
importante que consultes a un especialista.
Evita lo siguiente
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Soslayar la importancia que tiene atender adecuadamente la menopausia y sus consecuencias.
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Aceptar recetas o auto-recetarse medicamentos hormonales, que pueden ser muy peligrosos.
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Ingerir vitaminas o suplementos con calcio sin supervisión médica, porque se anuncian en los medios de comunicación.
Para saber más
Durante los años reproductivos, una glándula en el cerebro genera
hormonas que causan que un nuevo huevo (óvulo) sea liberado de los
folículos cada mes. Los producen las hormonas femeninas llamadas
estrógenos que hacen que se pegue a la pared del útero. Si la
fertilización no ocurre, los estrógenos y la progesterona bajan sus
niveles, la pared del útero se desprende y ocurre la menstruación.
La progesterona es la otra hormona femenina que trabaja durante la
segunda mitad del ciclo menstrual para crear un forro en el útero que
encubará un huevo viable, o para derramar el forro del huevo no
fertilizado.
Por una razón desconocida los ovarios comienzan a disminuir su
producción hormonal a la mitad de los treinta años. Cerca de los
cuarenta este proceso comienza a acelerarse, causando ciclos menstruales
irregulares e impredecibles, en ocasiones con episodios de grandes
sangrados.
Los estrógenos y la progesterona afectan a muchos tejidos, incluyendo
senos, vagina, huesos, venas, arterias, conductos intestinales,
urinarios y la piel, aunque de manera distinta para cada persona.
Conforme avanza la edad, las paredes de la vagina se tornan más
delgadas, secas, menos elásticas y más vulnerables a las infecciones.
Estos cambios también pueden hacer de las relaciones sexuales algo
desagradable y hasta doloroso.
Los músculos del conducto urinario se modifican con la edad y algunas
veces causan incontinencia. La ausencia de ejercicio contribuye a
incrementar ese problema. A la mujer que le quitan sus ovarios por medio
de una cirugía, experimenta una abrupta menopausia. Los síntomas
aparecen muy pronto, los bochornos son más severos, frecuentes y
prolongados. Está en gran riesgo de tener una enfermedad del corazón y
osteoporosis, además de una mayor probabilidad de sufrir depresión.
Cuando sólo se quita un ovario la menopausia ocurre de manera natural.
Cuando sólo se quita el útero, los síntomas de la menopausia devienen a
la edad que ya su metabolismo lo tenía programado.
Entre otros mitos, existe la creencia de que la menopausia genera mal
humor, enojo, depresión y todo esto, sin razón aparente. Se ha
comprobado que las mujeres menopáusicas no son más depresivas que otros
sectores de la población.
Debido a los bajos niveles de estrógenos disminuye la sangre que nutre a
la vagina, también a las
terminaciones nerviosas y a las glándulas de alrededor. Esto adelgaza el
tejido y lo hace muy vulnerable, y menos propicio para producir las
secreciones necesarias para una confortable relación sexual. Para
algunas mujeres, la menopausia trae consigo un decrecimiento de esta
actividad. Algunas mujeres aprovechan este suceso para detener una
sexualidad que lleva muchos años de desinterés.
Cabría preguntarse si este completo retiro de la sexualidad tiene que
ver con la disminución en la frecuencia de las relaciones sexuales que
se han venido dando durante los últimos años con tu pareja. Si tú has
presentado algunos de los problemas planteados anteriormente debes de
hablarlos abiertamente y consultar a un especialista.
Aunque los cambios hormonales son la mejor justificación para
modificaciones en el comportamiento sexual, hay otros factores que
pueden jugar un papel importante en la calidad de la relación
interpersonal, desde los psicólogos, hasta los culturales.
Recomendaciones
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Hay mujeres que encuentran gran ayuda en los lubricantes vaginales (sin hormonas).Los más convenientes son los solubles en agua, entre otras cosas porque ayudan a reducir la posibilidad de infección.
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Evita la vaselina ya que un gran número de mujeres son alérgicas a ella.
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Las cremas estrogrenadas y/o los estrógenos orales pueden restaurar la secreción y la elasticidad del tejido vaginal. Es importante resaltar que los tratamientos hormonales sólo deben ser bajo prescripción médica.
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Házte la prueba del papanicolaou y la revisión de mamas cada año, sobre todo si estás bajo tratamiento hormonal (estrógenos).
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Usa ropa de algodón contra los bochornos para que la piel respire. Ponerte prendas de ropa que puedas quitar al primer signo de bochorno. Bebe agua o jugo frío.
Osteoporosis
A partir de los treinta años los huesos de algunas personas comienzan a
volverse menos fuertes, especialmente en las mujeres, porque se pierde
el efecto protector del estrógeno (la hormona femenina) después de la
menopausia. Al parecer los estrógenos tienen la función de hacer que el
calcio se fije a los huesos.
Los otros factores que predisponen la aparición de la osteoporosis
tienen que ver principalmente con la dieta y con los estilos de vida,
por ejemplo: una dieta baja en calcio, el exceso de consumo de
proteínas, falta de actividad física. También por no haber tenido hijos
o haber tenido muchos, ser de piel muy blanca, complexión delgada, ser
mujer, por padecer menopausia temprana (natural o por operación), por
alcoholismo,
por fumar, por beber mucho café, entre otras.
La herencia es un factor que hay que cuidar, esto es, cuando existen
antecedentes de osteoporosis en la familia.
Los síntomas que se presentan pueden ser dolor de espalda y columna,
inflamación del vientre,
pérdida de apetito, debilidad muscular, disminución de estatura,
encorvamiento y en ocasiones fracturas.
Las recomendaciones para prevenirla y/o cuidarla
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Acude al médico para su vigilancia adecuada. Los investigadores afirman que la prevención es lo más importante de la cura. Lo ideal sería estar alerta a partir de los cuarenta años, y antes, si alguien de la familia lo ha padecido.
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Realiza un examen especial que se llama densitometría ósea, el cual mide la porosidad de los huesos. Existen laboratorios que hacen radiografías sólo en la muñeca y/o de la palma de la mano a precios bajos. Este tipo de análisis, sin seguimiento médico llega a generar angustia en los pacientes.
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No está de más advertirte que el consumir las vitaminas o complementos de calcio, sin la autorización de un especialista, puede ser peligroso para tu salud.
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Lo mismo para el caso del tratamiento a partir hormonas (estrógenos), el cual debe ser prescrito por médicos especialistas. Si las utilizas se recomienda que te realices el papanicolaou y revisión de senos por lo menos cada 6 meses.
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En la premenopausia es un buen momento para que reconstruyas la reserva de hueso antes de que comience a perderse, es como crear un “banco de ahorro” contra futuras pérdidas.
Los factores modificables más importantes son los relacionados con la
dieta y el estilo de vida, y la buena noticia es que ambos son
susceptibles de ser modificados.
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Un consumo equilibrado de alimentos con vitamina D facilita la utilización de este mineral.Esta vitamina la puedes encontrar en el aceite de hígado de pescado, en la leche descremada, en los quesos que no contengan mucha grasa. Además, se sugiere que consumas alimentos ricos en calcio como tortilla, trigo, amaranto, avena, ajonjolí, almendras y soya, entre otros.
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También mediante la acción de los rayos ultravioletas sobre la piel (exposición al sol de 15 minutos antes de las 10 a.m. o después de las 4 p.m.).
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El ejercicio es un factor decisivo e importante para la totalidad de los huesos, éste debe ser regular y sin esfuerzos bruscos, por ejemplo con que camines 30 minutos al día son suficientes.